Cómo mostrar casos "antes y después" en redes sociales con ética, claridad y buen criterio

Consejos sobre cómo compartir casos de “antes y después” con honestidad y criterio clínico. Además, incluye un consentimiento informado de imágenes listo para usar y descargable de forma gratuita.

8/25/20253 min read

La confianza del paciente se gana con claridad. Un aliado para que el paciente entienda el tratamiento y el resultado que somos capaces de alcanzar es el contenido educativo. Contar con sencillez qué ocurre en cada fase, por qué se toman decisiones y qué resultados son razonables reduce dudas, alinea expectativas y mejora la experiencia en clínica y en redes.

Por qué usar “antes y después”
Las comparativas ayudan a entender cambios, tiempos y cuidados. No prometen resultados idénticos: ilustran posibilidades y procesos. La clave es narrar el caso con lenguaje cotidiano y recordar que cada boca es distinta.

Cómo sacar buenas fotografías para utilizar en redes sociales:

  • Luz: homogénea y constante, evita sombras.

  • Encuadre: mismo ángulo, distancia y fondo en “antes” y “después”.

  • Enfoque: zona tratada; si aparece el rostro, encuadre respetuoso y natural.

  • Privacidad: elimina cualquier dato identificable innecesario (nombres, tatuajes, elementos muy singulares).

Marco legal en España (imprescindible)
Para publicar imágenes clínicas se necesita consentimiento específico, libre e informado. Este consentimiento tiene que incluir:

  • Identificación del responsable (clínica)

  • Explicación de la finalidad (uso divulgativo en web, redes y materiales corporativos)

  • Posibilidad de revocar el consentimiento por parte del paciente en cualquier momento

  • Canales y tipos de imagen permitidos (solo boca, rostro parcial o completo)

  • Los derechos del paciente y cómo ejercerlos (acceso, rectificación, supresión, limitación, portabilidad y oposición)

  • Advertencia de que la difusión en Internet puede implicar acceso internacional.

La clínica tiene que conservar el documento y retirar las publicaciones existentes si el paciente revoca su consentimiento.

Cómo contar el caso en redes sociales

Empieza presentando la preocupación del paciente: qué le molestaba, cómo le afectaba al comer, al sonreír o relacionarse. Luego explica por qué el equipo clínico recomendó una solución en concreto. Sigue con el desarrollo del tratamiento como si fuera una breve historia: qué ocurrió primero, cómo fueron los ajustes y si lo deseas puedes contar cuánto tiempo aproximado necesitó cada etapa.

Cuando muestres el “después”, céntrate en lo que cambió en la vida diaria del paciente: mejora de la función, comodidad y estética.

Termina con una frase honesta que ponga el foco en la individualidad: cada boca es distinta y la valoración personalizada es la base para decidir el mejor camino.

Publicación en redes y blog

No es lo mismo publicar en redes sociales como por ejemplo Instagram que en un blog. Cumplen funciones distintas y piden reglas diferentes.

En Instagram es importante la inmediatez y el formato: hay que captar atención en segundos, contar una mini‑historia visual y guiar el gesto de deslizar o reproducir con mensajes muy claros. En el blog, en cambio, el lector llega con más tiempo y con intención de profundizar: busca contexto, explicación más profunda y referencias que pueda revisar con calma.

Los casos "antes y después" en Instagram se aconseja mostrarlos con un carrusel breve o un reel de 20–30 segundos, mientras que en el blog se pueden desarrollar en párrafos bien estructurados, explicaciones y un relato completo. Dos canales, mismo mensaje clínico, pero distinto ritmo, detalle y forma de presentarlo.

Checklist rápida antes de publicar

Esta lista es un último control de calidad para asegurar claridad, respeto al paciente y coherencia profesional antes de publicar:

  • Consentimiento adecuado: confirma que existe un consentimiento específico para uso de imagen, con los canales permitidos (web/redes) y el tipo de toma (solo boca, rostro parcial o completo).

  • Revisión clínica: un responsable válida que el texto y las imágenes representan fielmente el caso y no inducen a error.

  • Privacidad cuidada: elimina datos identificables innecesarios (nombres, tatuajes, elementos muy singulares).

  • Comparabilidad visual: misma luz, ángulo, distancia y fondo entre “antes” y “después”.

  • Lenguaje sencillo: sin tecnicismos, sin promesas absolutas ni cifras que puedan malinterpretarse.

  • Nota de individualidad: recuerda que cada caso requiere valoración personalizada.


Para integrar este protocolo sin fricción, he preparado un consentimiento informado de uso de imágenes listo para utilizar. Es un archivo modificable, así que solo tienes que poner los datos de tu clínica y los del paciente. Lo puedes descargar al siguiente link: clic aquí